Hoy he estado en el teatro y me ha gustado mucho. He ido a ver con mis papás El Gato con Botas. Se trata de un gato muy listo que ayuda a Juan a que se case con la Princesita. El Gato nos dice que si nos pregunta la Reina "¿De quien son estas tierras?" debemos decir: "¡Del Marqués de Carabás!" y así lo hago. También aplaudo mucho cuando apagan la luz del escenario, como hace todo el mundo.
Hay una cosa que no me gusta: el ogro. No me gustan los ogros y las brujas.
Llega un momento en que encienden todas las luces y todos aplauden. Los del escenario agachan la cabeza.
Al final, los del escenario dicen que van a dar regalos. Meten la mano en una caja y dicen un número, y un niño o un papá se levanta y le dan una pelota, una muñeca... Mi papá y mi mamá no se levantan y para mí no hay regalos. ¿Y porque no hay regalos para mí?. En mi casa y en la de la yaya siempre me dan regalos, pero aquí son para otros niños. Mamá me dice que es un sorteo y que no me ha tocado. No entiendo nada.
Cuando terminan de dar los regalos, la gente se va. Yo me quedo y le digo a mi mamá que otra vez. Que quiero ver otra vez ver el Gato con Botas. Pero no me hacen caso y nos vamos. Tampoco lo entiendo. En casa cuando acaba una película y la pido otra vez, mis papás me la ponen otra vez.
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