Me llamo Elena, y acabo de cumplir tres años. Mis papás y yo, hemos pensado que estaría bien poder recordar cuando sea mayor como soy ahora, y que no se nos olviden esas pequeñas cosas del día a día, así que ya que estamos en la era de las tecnologías , mi mamá me está haciendo este blog.

jueves, 1 de enero de 2009

LA HORA DE DORMIR Y LOS MONÓLOGOS NOCTURNOS

Cuando llega la hora de dormir, mi papá me cuenta cuentos. Solemos negociar los cuentos que va a contarme. Yo le enseño cuatro o más y papá me dice que solo dos. Al final son tres o cuatro, porque mi papá es un poco blando. Los dos lo sabemos: van a caer más cuentos de los que él dice. Con mi mamá no hay negociación posible, cuando dice que solo un cuento, es solo un cuento. Por eso el encargado de los cuentos es papá, porque me cuenta más cuentos que mamá.

Pero con los cuentos no me duermo. Hago lo posible para retener a papá el mayor tiempo posible. Le pido agua, le pido un zumito de melocotón, cualquier cosa para que no se vaya. Y no es porque tenga miedo, es que no tengo sueño.

Cuando se va papá, me da un beso de buenas noches y me dice: "BUENAS NOCHES ELENA" Y yo les respondo: "BUENAS NOCHES PAPÁ" y el dice: "QUE SUEÑES CON..." y yo termino la frase: "...LOS ANGELITOS". Y papá se va. Y ya no sé que hacer, porque no me duermo.

Es entonces cuando comienzo a repasar lo que ha sucedido en el día y cuento lo que me ha pasado con Irene, en el cole o en el parque. Otras veces me imagino historias y tambien las cuento y si me hacen gracia me río yo sola. Como lo cuento en voz alta, mis papás lo oyen y me dicen desde otra habitación "ELENA, DUÉRMETE YA QUE ES MUY TARDE Y MAÑANA HAY QUE IR AL COLE". Me lo repiten varias veces porque yo sigo con mis cuentos, hasta que al final, no sé como, me duermo contando mis propias historias. Es curioso, no me duermo con los cuentos de papá, pero sí con mis propios cuentos. Como sé dé cuenta papá ¿me dejará de contar cuentos?.

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